La octava evaluación de PISA se retrasó un año debido a la pandemia de COVID-19. Los resultados de esa evaluación, PISA 2022, muestran que Singapur obtuvo puntuaciones significativamente más altas que todos los demás países/economías participantes en matemáticas (575 puntos), lectura (543 puntos) y ciencias (561 puntos). En matemáticas, seis sistemas educativos del este de Asia, específicamente Singapur, Macao (China), Taipei Chino, Hong Kong (China), Japón y Corea (en orden descendente de puntuaciones promedio) superaron a todos los demás países/economías. En lectura, detrás del sistema educativo de mayor rendimiento, Singapur, Irlanda obtuvo un rendimiento similar a Japón, Corea, Taipei Chino y Estonia (en orden descendente de puntuaciones promedio) y mejor que otros 75 países/economías. En ciencias, los países de mayor rendimiento fueron los mismos seis países/economías del este de Asia, además de Estonia y Canadá.
Sin embargo, los resultados de PISA 2022 también muestran una disminución significativa en el rendimiento en matemáticas y lectura entre 2018 y 2022. Durante ese período, las puntuaciones promedio disminuyeron casi 15 puntos en matemáticas y 10 puntos en lectura, en promedio en los países de la OCDE. Más de la mitad de los países/economías que pueden comparar los datos de PISA 2022 con los de PISA 2018 mostraron un deterioro en el rendimiento promedio en matemáticas y lectura.
Un análisis detallado de los resultados revela que, si bien la pandemia de COVID-19 ha desempeñado un papel en esta disminución, las variaciones en el rendimiento entre materias y sistemas educativos indican que hay otros factores en juego. Por ejemplo, mientras que el rendimiento en matemáticas y lectura ha disminuido drásticamente, el rendimiento en ciencias se ha mantenido relativamente estable en la mayoría de los países de la OCDE. Esta disparidad sugiere que las causas de la disminución del rendimiento son complejas y multifacéticas.
Al observar los sistemas educativos de diferentes países, encontramos variaciones notables. Algunos países, como Taipei Chino y Arabia Saudita, han mostrado mejoras significativas en matemáticas, mientras que otros, como Albania y Jordania, han experimentado caídas dramáticas. En lectura, naciones como Brunei Darussalam y Panamá han avanzado, contrastando con los marcados descensos de Albania e Islandia. En ciencias, países como Kazajistán y la República Dominicana han logrado mejoras, mientras que otros como Albania y Macedonia del Norte han visto disminuir sus puntuaciones.
Estos patrones dispares en el rendimiento académico resaltan la necesidad de políticas educativas que no solo sean reflexivas y basadas en datos, sino también adaptativas y sensibles a las realidades específicas de cada sistema educativo. La implementación de estrategias que se centren en fortalecer áreas donde se observan deficiencias, junto con el mantenimiento y la mejora de aquellas donde se registra estabilidad o progreso, se vuelve fundamental.
Los resultados de PISA ofrecen una guía esencial para determinar qué tipo de política educativa, ya sea universal o específica, podría tener un impacto más significativo en un sistema educativo concreto. Estos resultados pueden indicar si las políticas deben dirigirse a estudiantes de bajo rendimiento o desfavorecidos socioeconómicamente, o a ambos. Además, ayudan a los formuladores de políticas a decidir si es preferible centrarse en los estudiantes o en las escuelas.
Por ejemplo, en Japón, Lituania, Países Bajos, Polonia, Eslovenia y Taipei Chino, sería efectivo implementar políticas orientadas al rendimiento que busquen mejorar las puntuaciones de los estudiantes con menor rendimiento, independientemente de su estatus socioeconómico, comenzando a nivel escolar. Por el contrario, en Australia, Canadá, Corea, Nueva Zelanda y Suecia, estas políticas podrían implementarse centrándose primero en los estudiantes individuales.
Si el objetivo es reducir las desigualdades en la educación proporcionando recursos, apoyo o asistencia adicionales a estudiantes y escuelas desfavorecidas, enfocarse en las escuelas desfavorecidas probablemente tendría un mayor impacto en países como Bulgaria, Colombia, Malasia, Mongolia, Panamá, Perú y Uruguay. Portugal es la excepción, donde sería más efectivo centrarse primero en los estudiantes desfavorecidos.
En Austria, Bélgica, República Checa, Francia, Hungría, Israel, Rumania y República Eslovaca, una combinación de políticas específicas que proporcionen recursos y apoyo adaptados para abordar tanto el bajo rendimiento como la desventaja puede ser más efectiva cuando se enfoca en las escuelas. Solo en Singapur y Suiza, los estudiantes de entornos desfavorecidos están más uniformemente distribuidos en las escuelas que el promedio de la OCDE.
Este análisis subraya la importancia de adaptar las políticas educativas a las características y necesidades específicas de cada sistema educativo. Al comprender mejor las distintas realidades y desafíos que enfrentan los estudiantes en diferentes contextos, se pueden diseñar estrategias más efectivas que no solo mejoren el rendimiento, sino que también promuevan la equidad y la inclusión en la educación.
Reflexiones sobre los Desafíos Educativos en América Latina según PISA 2022
La edición 2022 del Programa para la Evaluación Internacional de Estudiantes (PISA) ha revelado aspectos cruciales sobre los retos educativos que enfrentan los países de América Latina. Este análisis se concentra en dos desafíos principales: el bajo rendimiento educativo y la alta inequidad que afecta principalmente a los estudiantes más vulnerables.
Uno de los hallazgos más alarmantes es que tres cuartas partes de los estudiantes de la región muestran un rendimiento bajo en matemáticas y la mitad carece de habilidades básicas de lectura. Estos datos no solo delinean un panorama desafiante sino que también subrayan una oportunidad crítica para reformas educativas urgentes.
PISA 2022, con una participación récord de 14 países de la región, destaca que América Latina y el Caribe está incrementando el uso de herramientas para identificar áreas de mejora. Este primer análisis de los resultados globales muestra que la región se ubica en la mitad inferior del ranking global en matemáticas, lectura y ciencias, con todos los países mejor posicionados en lectura que en matemáticas y ciencias.
El estudiante promedio de la región tiene un rezago de cinco años de escolaridad en matemáticas en comparación con los países de la OCDE. Además, se observa una disparidad en los aprendizajes, donde el 88% de los estudiantes más pobres tienen un bajo desempeño en matemáticas, en comparación con el 55% entre los más ricos.
La evolución del rendimiento en la región es mixta. Mientras que la mayoría de los países experimentaba una mejora leve antes de la pandemia, esta tendencia se ha reducido o revertido entre 2018 y 2022. Algunos países han mantenido su nivel de desempeño en matemáticas desde 2018, mientras que otros han mostrado una tendencia positiva en lectura o ciencias.
PISA es vital porque permite a los formuladores de políticas comparar conocimientos y habilidades de los jóvenes con otros países, comprender fortalezas y debilidades de sus sistemas educativos y establecer puntos de referencia para mejoras. Los resultados de PISA 2022 son un llamado a la acción para abordar estas disparidades y mejorar el sistema educativo en la región, garantizando que todos los estudiantes tengan la oportunidad de alcanzar su máximo potencial.
Lucía López dialogó con Victoria Zorraquín, directora de la Educere ONG, para profundizar acerca de los resultados que arrojó para los países latinoamericanos el informe PISA 2022 de educación. Ver el vídeo de DNews a continuación:
Para más información puedes descargarte el informe directamente en este enlace.
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